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Trastorno Dismórfico Corporal

Actualizado: 19 abr 2021




El Trastorno Dismórfico Corporal es una patología, en la que la persona busca la perfección en su aspecto físico y pasan mucho tiempo centradas en la percepción de sus defectos y en la forma de ocultarlos. Todo esto puede interferir en la calidad de vida, en la productividad y en la forma de relacionarse con la sociedad de estos pacientes. Actualmente todo se centra en la belleza (el concepto actual de belleza), desde comerciales de televisión, películas, revistas, redes sociales como Instagram en donde las modelos pueden alterar o editar su aspecto físico de forma muy sencilla, lo que lleva a una idea irreal de la belleza y a que muchas personas quieran llegar a esa belleza sin lograrlo, por ende, esto puede llevar a la frustración. Esta frustración puede desencadenar comportamientos compulsivos, que con frecuencia se observan en pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo, como: tratar de camuflar sus “defectos físicos”, compararse con los demás, solicitar cirugía o procedimientos médico estéticos, revisar constantemente su aspecto físico delante del espejo, revisar constantemente su piel, realizar una limpieza excesiva, hacer ejercicio de manera excesiva, cambiar de ropa con frecuencia, broncearse de manera excesiva. El trastorno dismórfico corporal es un trastorno que, aunque parece ser actual, en realidad ha existido desde hace mucho tiempo. Fue documentado por primera vez en el siglo XIX por el psiquiatra Enrico Morselli en 1891, este, describió el trastorno con el nombre de dismorfofobia como “el sentimiento subjetivo de fealdad o defecto físico que el paciente cree que es evidente para los demás, auqnue su aspecto está dentro de los límites de “normalidad””. Hasta el año 1980 fue considerado como trastorno mental en el DSM-III. En los criterios diagnósticos de la última versión del DSM-V-TR se destaca la excesiva preocupación de los pacientes por algún defecto imaginario de su aspecto físico, esta preocupación provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social o laboral. Muchas veces esta preocupación los lleva a consultar con un especialista para corregir su “defecto”. La prevalencia de este trastorno es significativamente mayo en pacientes consultantes por medicina estética o cirugía estética (6-15%) que en la población general (2,4%) (1 ).

Este trastorno generalmente aparece en la adolescencia y va aumentando gradualmente, debido a diversos factores y traumas psicológicos, lo que provoca incomodidad e inseguridad (9). Esta es una época difícil, ya que el adolescente trata de adaptarse a los cambios y le da mucha importancia a la aceptación de los demás y a la sensación de pertenecer a un grupo. Un 35,6% de los pacientes que padecen este trastorno, no son capaces de reconocer la enfermedad (3), afirmando que los defectos son reales incluso cuando se les demuestra físicamente que no lo son (4). Existe evidencia de que los pacientes que acuden con especialistas de la salud mental, presentan un mayor nivel de consciencia de la enfermedad, que aquellos que no acuden.

Este trastorno suele asociarse con otros trastornos de salud mental hasta en un 47,9% de los casos (2). Phillips estudió a 200 pacientes con Trastorno Dismórfico Corporal y encontró una mayor prevalencia de trastornos de oersonalidad paranoide (10,9%), limítrofe (11,8%), evitativa (26,9%), obsesiva (16,8%), dependiente (5%) y antisocial (6,7%). En este mismo estudio se estableció que el 5.8% de estos pacientes tenían un familiar de primer grado con este mismo trastorno (5). En otros estudios se relacionó esta patología con otras enfermedades psiquiátricas como Trastorno Obsesivo Compulsivo (8- 37%), Fobia social (11-13%), Tricotilomanía (26%), Trastorno depresivo mayor (14-42) (6, 7). Las partes del cuerpo por las que con mayor frecuencia existe preocupación serían la piel (80%), el pelo (57,5%), la nariz (39,0%), el abdomen (32,0%), los dientes (29,5%), apariencia facial general (29,5%), el peso corporal (29,0%), las mamas (26,0%), glúteos (26,0%), cejas (21,5%), ojos (20,0%), cintura (20,0%), hipotrofia muscular (18,0%), piernas (18,0%), mentón (14,5%), labios (14,5%), brazos (13,5%), caderas (12,5%), mejillas (10,5%), orejas (10,5%), tamaño o forma facial (16,0%). También las ideas suicidas, intentos suicidas y suicidios concretados, son más elevados en este trastorno que en la población general. En un estudio realizado por Phillips, con 250 paciente, muestra que un 7% de los pacientes con Trastorno Dismórfico Corporal, tratados con cirugía estética, presentó un resultado postquirúrgico satisfactorio (8). Tratamiento Puede utilizarse Terapia Cognitivo Conductual como opción de tratamiento para pacientes con este trastorno. El objetivo es que el paciente identifique y reconozca los pensamientos negativos e intente modificarlos. Se ha demostrado que esta terapia ayuda a reducir los síntomas en pacientes con este trastorno, sobre todo a corto plazo, auqneu aún faltan estudios para demostrar sus beneficios a largo plazo (10). En algunos casos puede ser necesaria la medicación de ansiolíticos o antidepresivos (11).

Conclusión El Trastorno Dismórfico corporal es una patología que afecta a una cantidad importante de personas en el mundo. Es un trastorno que incluso puede llegar a ser incapacitante, por lo que nosotros, como personal de la salud, enfocados en la medicina estética, estamos obligados a conocer y saber detectar este trastorno, para de esta manera poder referirlo al especialista en salud mental, ya que si no lo detectamos puede ser un problema para nosotros y para el mismo paciente, ya que nunca estará conforme con los tratamientos que le realicemos. Además debemos continuar con las investigaciones acerca de este trastorno, ya que falta información acerca de esta patología en Latinoamerica.

 

1.- Rochefort-Ciscutti, G.; Berner-Gómez, J.E.; Castillo-Montoya, P. y Vidal-García-

Huidobro, P.

The importance of diagnosing body dysmorphic disorder in the Aesthetic

Surgery consultation” Cirugía Plástica Iberoamericana ISSN 0376-7892.

2.- Ericksen WL, Billick SB.: Psychiatric issues in cosmetic plastic surgery. Psychiatr Q 2012;

83: 343-352.

3.- Eisen JL, Phillips KA, Baer L, Beer DA, Atala KD, Rasmussen SA.: The Brown Assessment

of Beliefs Scale: reliability and validity. Am J Psychiatry 1998; 155: 102-108.

4.- Phillips KA, Menard W, Pagano ME, Fay C, Stout RL.: Delusional versus nondelusional

body dysmorphic disorder: clinical features and course of illness.

J Psychiatr Res 2006; 40:

95-104.

5.- Phillips K a, Menard W, Fay C, Weisberg R.: Demographic characteristics,

phenomenology, comorbidity, and family history in 200 individuals with body dysmorphic

disorder. Psychosomatics 2005; 46: 317-325.

6.- Ericksen WL, Billick SB.: Psychiatric issues in cosmetic plastic surgery.

Psychiatr Q 2012;

83: 343-352.

7.- Hollander E, Cohen LJ, Simeon D.: Body dysmorphic disorder. Psychiatr Ann 1993; 23:

359-364.

8.- Phillips KA, Grant J, Siniscalchi J, Albertini RS.: Surgical and nonpsychiatric medical

treatment of patients with body dysmorphic disorder. Psychosomatics 2001; 42: 504-510.

9.- (Neziroglu F, Roberts M, Yaryura-Tobias J. A behavioral model for body dysmorphic

disorder. Psychiatr Ann 2004; 34: 915-20.

10.- G. Krebs, L.F. de la Cruz, B. Monzani,

et al.

Longterm outcomes of cognitive-behavioral therapy for adolescent body dysmorphic

disorder.

Behav Ther., 48 (2017), pp. 462-473

11.- Ehmke R. What is body dysmorphic disorder?

Child Mind Institute.


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